Obviaré decir mi nombre completo, en esta bitácora de experiencias vitales preferiré mantenerme en el anonimato, confesando un profuso y abierto desprecio hacia los convencionalismos, siempre tan inconvenientes para prácticamente todo… (aunque finalmente entiendo, que en ocasiones también muy necesarios).
Lo único que sé con total certeza desde que he sabido como se llama mi «etiqueta» es que, en ella he encontrado una enorme cantidad de respuestas para quién y por qué soy cómo soy. Porque me he pasado la mayor parte de mi vida escuchando de la gente que me ha conocido a lo largo de esta curiosa existencia, la frase que más he odiado oír: «eres una persona muy especial»…
Claro está que para una TDAH comprender el significado que encierra la palabra «especial» viniendo de toda esa gente tan normal, es como poco un laborioso misterio que desvelar. He tenido que andar mucho para llegar a la comprensión de esa frase. He tenido que buscar mucha información y reflexionar profundamente «entre líneas» (no sin esfuerzo) para saber con suficiente claridad que, cuando alguien está diciéndome lo especial que soy, en realidad lo que me está queriendo decir es «peculiar», «extravagante», «fuera de lo común», «poco convencional» y un sin fin de sinónimos más.
Lo entendí. Y cuando lo hice odie esa frase aún más (al menos durante un importante período de tiempo, resiliencia creo que le llaman). Cuando alguien me decía lo especial que soy, me clavaba literalmente, un gran puñal en el corazón. Desde esa emoción a hoy, mucho ha llovido y ahora las cosas son un poco diferentes para mí. Ahora cuando alguien me dicen sencillamente lo «especial que soy» sonrío y pienso… «tan especial que una vida entera no te alcanzaría para saberlo con certeza».
De las personas con TDAH se dicen muchas cosas. Unas cuantas son ciertas, pero la mayoría no se acercan ni por casualidad a la verdadera realidad de haber sido etiquetada dentro de uno de los síndromes más complejos en la actualidad. Todas estas verdades desconocidas (quizás cada vez menos por suerte) e inexploradas de los «neurodiferentes» son las que vengo a contar.
Este blog que he decidido emprender con arrojo y valentía, es mi diario de la cordura y mi desahogo antisocial. Se me da mejor escribir que hablar, y por eso pongo al servicio de la humanidad el único don que a una peculiar forma de pensar y ver el mundo le viene como una bendición… escribir en la soledad de las horas que elegimos porque no conocemos otra cosa que el insomnio infinito que ya se ha convertido casi casi en un amigo…
Soy mujer adulta diagnosticada de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) a la edad de 38 años! y yo pasando por la vida convencida de que lo que más me gustaba cuando necesitaba desconectar, era perderme en los mundos inducidos por mirar durante ratos interminables las musarañas, pensando que era así de peculiar sin más!
Puede que leer mi blog no te resulte fácil… pero es que a mí tampoco me resultará fácil contarte quién soy cuando apenas lo estoy descubriendo yo misma. No esperes que hable de las miserias de ser una personas con altas capacidades y TDAH, con todos mis respetos y cariño, blogs que hablan a diario de esto no faltan circulando en la red.
Si es fácil, no será increíble. Si es increíble no será fácil. Yo misma.
Yo vengo a contarte lo increíble que es ser diferente. La libertad de ser diferente. La riqueza interior de ser diferente. Lo difícil que es a veces encajar en el mundo siendo tan diferente… La sensibilidad sobrenatural que te dota el ser diferente. Cómo se ve el mundo, a las personas y cómo se viven las experiencias siendo diferente. Pero lo haré desde la otra punta de la «cuerda».
Hace falta mucho humor (y del bueno) incluso del «raro» para andar por los caminos, siempre imprevisibles de la vida. Aprendo a reírme de mí misma a la vez que me acepto, me autoafirmo y reconstruyo un autoestima aquejada por los «males del mundo».
No esperes de mí convencionalismo, porque si eso es lo que buscas este no es el sitio. A las personas peculiares nos pasan muy a menudo, cosas también peculiares.
¿Acaso percibimos así el mundo y experimentamos de esta forma las vivencias por nuestra propia naturaleza? Quién sabe…
Aquí te encontrarás de todo… espero que sea de tu agrado y que disfrutes leyéndome en el anonimato.
Bienvenido!
Mi sentido perdido 